Apariencia
La nena agazapada en el reflejo
tiene miedo de llegar última.
Toca la piedra libre
cuando nadie juega.
Torcida su manera de correr
a esconderse de mí.
Las dos perdemos
pero ella no lo sabe.
Tampoco le diré
que se ha hecho vieja.
Hay cierto orden
que nos mantiene
desordenadas.
© Claudia Tejeda
este tono de dolor y ternura claudita, no sé, esas niñas, seguiría leyéndote mil años. bella la imagen! susana zazzetti. mil años.
ResponderEliminarAy, Claudia,
ResponderEliminarCuanta belleza, abrazo
ResponderEliminarHermoso, profundo... gracias! Teresa Gomez
Honda poesía. Muy bello texto. Un abrazo. Adriana «Dirbi» Maggio
ResponderEliminarMuy bueno. Celbero ese desorden!
ResponderEliminarEsta es una manera de mantener viva la niña poeta¡¡¡
ResponderEliminarSonia Rabinovich
Si Claudia, si poeta es así. Poesía y vida... todo junto en el poema. Gracias
ResponderEliminarMuy buen poema. La niña sigue viviendo y está presente en tu poema.
ResponderEliminarAna Romano
El orden de tu poema revive a la niña que ahora concientemente "juega" con las palabras. Bravo Claudia! Y felicitaciones una vez más por "Los ángeles no tienen tumba" Ed. Mascarón de Proa. Alfredo Lemon
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