Poema de Ana Gervasio

 

POEMA INSUMISO

 

¡qué hoguera incesante el amor!

un privilegio en este país que se desangra,

que incita a una revolución de fruslería,

una emboscada mientras crece la maleza

en la muda letanía de los cuerpos.

 

el amor, ¡ay el amor!

que arde más allá de esta intemperie.

le tengo una obstinada fe a ese prodigio

que crece hasta incendiar la noche.

 

la misma fe que tengo en las palabras

en estas que ahora murmuro para adentro

y luego escribiré para que nadie lea

o aquellas, las que escribía cuando niña

abrigada en el fulgor

que acunaba mi sombra en la calle reseca,

esa ramita que me ayudaba a escribir

a inscribir, a reescribir el desasosiego

sobre la tierra árida.

 

la fe. la misma del amor y de la hoguera.

aunque el viento del desierto se empeñara

en borrarme las palabras.

una vez más la rama escuálida,

vestigio de la resistencia en la llanura seca,

ayudándome en la inocente insistencia

del amparo que buscaba mi letra temblorosa.

 

los mismos gestos.

y este asombro continuo que me arrasa

y me vuelve creyente.

empeñada en la terca tarea de vivir

en escribir. en inscribir y reescribir

aunque no sea más que una espiral infinita,

un trajinar ilusorio

un lento caminar hacia la muerte.

© Ana Gervasio