Lied
Señora
de todas las ventanas
abiertas del sol
en la cara
los gajos de naranja
y el cuchillo
en la mano.
Señora
a semejanza
de la nieve temprana
golpeá la puerta
del pródigo
hijo invisible
de la risa.
Patrona
de la glicina
y los malvones.
Genio y figura
del gesto
que corta
el aire
inapelable.
Ama
de la cacería
descarnada hueso
o temple
del hogar.
Decime
las palabras
más recónditas
esas
imperiosas
las palabras
con las que cada
aliento
sostiene una casa
desata un destino.
© Alejandro Méndez
Bellísimo poema!! Me quedo en los versos en los que las palabras desatan un destino.
ResponderEliminarun poema diferente con hallazgos muy logrados y de enorme sensibilidad abrazo fuerte Norberto Barleand
ResponderEliminarmuy buen poema Alejandro , con bellisimos hallazgos , abrazo grande
ResponderEliminarNorberto Barleand