ESFINGE
Nunca una esfinge pudo dejar huellas, sólo simbolizó un poder arrollador de un monstruo femenino devorador de viajeros.
Ella jugaba con las mentes, interrogaba a sus víctimas, sabiendo que no podrían responder el acertijo. Luego de un zarpaso les arrebataba todo.
Podrán decir que la esfinge arrastró miradas hacia si, que fue imponente y misteriosa, podrán decir mucha cosas pero jamás abrazó un alma.
Por eso al perder a su presa Edipo, quién
descubrió su acertijo, decidió arrojarse al vacío y terminar con su vida.
© Romina R Silva
Imagen enviada por la autora del texto
quizás todo se le vino encima , bellas imágenes en el recorrido poético. Gracias amiga .
ResponderEliminarGracias Gus por la publicación. Abrazo Patri gracias por la lectura.
ResponderEliminarRomina R Silva