reclusión indefinida
no hay eco de tristeza
inaudible en mis paredes
Beethoven me acaricia
como lana tibia en la piel
mientras lloro tras las rejas de mi ventana
y los dedos traducen
lo poco que queda de mí
en este dormitorio
—lo que mata
lo que realmente mata
es la indefinición—
© Valeria Verona
Gracias <3
ResponderEliminarConmovedor. Una muy buena descripción de lo que sentimos en este tiempo sin tiempo, de tanta incertidumbre existencial, que no alcanzamos a entender. Alfredo Lemon desde Córdoba
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