Apenas
nace el poema
hablando un poco
otro poco no
ya me estoy queriendo ir.
Breve lo mío
por ahí exagerando.
Andamos juntos
un trecho
a ras del suelo
bajo una luz muy alta.
Escucho su respiración
saco
pongo
o no
según me dice.
A mitad de jornada
las palabras
son un río manso
que se va yendo
para que el silencio
termine diciendo
lo mejor.
© Jorge L. Carranza
Qué lúcida manera de contar cómo se gesta el poema, Jorge. Ese proceso que nos tiene la cabeza ocupada todo el día y más y sigue...
ResponderEliminarUn remate excelente:"Para que el silencio/ termine diciendo /lo mejor"
Bravo
Maju
Muy bueno, Jorge. Abrazo.
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