la última ventana de mi madre daba al sol
el consumado verdor de un árbol en su
centro
daba cuenta de la inalterable presencia de
lo natural
en espejo con cables y con sondas
y el goteo lento de la muerte
ella de vez en vez /abría los ojos sin
rumbo
yo le amarraba las manos del lado de la
respiración
le rogaba con cierta torpeza
mirá el árbol / madre
su obstinado verdor hacia el cielo / porque
la última ventana de ella / mi madre
daba al sol
y mientras sostenía la telaraña inmóvil de
sus dedos
ese sol hueco / decía adiós
como dice adiós todo lo que brilla
cuando busca el aliento
la boca de las tumbas
© Gabriela Yocco
Excelente poema 👏
ResponderEliminarEs tristemente hermoso Gabriela... ❤❤❤
ResponderEliminar¡Qué gran poeta que es Gabriela Yocco! Me conmueve hondamente, cada vez...
ResponderEliminarbello poema de la querida Gabriela
ResponderEliminarprecioso poema!
ResponderEliminarBellísimo Gabriela!
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