Corderos
Todos los días me despierto pensando
en escribir sencillamente,
como quien pone a hervir una manzana en un
una ollita,
un poema que explique qué está pasando
afuera.
Me digo: la poesía no está
obligada a esclarecer
por qué se muere de un invierno tan lento
en una tierra de lombrices
profundas ni a consentir la idea
de que puertas adentro estamos bien.
El aire se está volviendo irrespirable
aunque pronto lo entibie el cambio de
estación
y falta un tiempo difícil de medir
para entender si se espera de nosotros
una prueba de amor
que exige ofrecerse a los lobos
por el cuello.
© Estela Zanlungo
Excelente! Oportuno, tu poema reflexiona profundo y tironea conjeturas en un tiempo que no acabamos de entender. Gracias!Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarTremendo y lúcido poema Estela.
ResponderEliminarEse final: "Una prueba de amor/ que exige ofrecerse a los lobos/ por el cuello"
Los tiempos que se vienen... ¿Qué será del mundo? ¿Y de todos nosotros?
Maju
Es un llamado, una especie de despertar a interrogantes que nacen a una nueva realidad desconcertante.
ResponderEliminarSusana Giraudo