No te destines
Lidia, no
te destines, no eres futura
Ricardo
Reis
Con un soplo de naipes ha caído el castillo
esa gracia de la edad el disfraz de una
fiesta
el primer beso.
No me destines, poeta.
El
hombre cauto guarda las cartas que no lee
el necio las rompe por no entender
El tiempo pasa como el río veloz
de cualquier mundo.
Agria es la piel del orgullo, avaras las
caricias,
eterno el amor.
Necia la fe de los rebaños.
La construcción me espera, aunque sople el azar,
el viento arrastre con todo y nada por
hacer.
No habrá sido el destino, sino el viento.
© Elena Garritani
El destino, el azar, el viento, muy bien conjugados en el universo simbólico de tu poema. Bravo! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminar"No habrá sido el destino sino el viento". Excelente! Silvia Durruty
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