He visto tu nombre escrito
en una pared
lo he oído gritar por miles
y en algún lugar dentro de mí.
Soy un hombre con suerte
porque alcancé a tocarte
el corazón antes del ocaso.
Pude ver todo lo que hiciste
para que vivamos felices.
Ahora afuera hay seres que
devoran cuerpos y almas
y lo hacen sin razón alguna.
Una calle desolada
donde solo aúllan los perros.
Quiero que sepas que a pesar de todo,
dentro de mí se esconde un alma
que cuando escucha tu nombre
se estremece.
© Eduardo Alberto
Planas
Muy bueno tu poema Eduardo, que a modo de confesión, entrega y muestra un corazón abierto al amor. Abrazo grande Alfredo Lemon
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