Estás hecha de cañaverales
de entramados de junco
en las márgenes y en el lecho pedregoso del
río.
Estás hecha de la materia del árbol alto
con su estruendo al caer .
Nos parecemos también a los sauces
inclinados
hacia el agua
Y al árbol que cae.
Había una ventana con una luna redonda
y te fuiste hacia el cóndor.
Desesperaba el sustantivo
y eras capullo de silencio.
Había una fotografía inolvidable.
Dos mujeres vestidas de algodón y viento.
Ir a Comodoro era el verbo
(Beber de la fuente en la que beben
los poetas.)
© Clelia Bercovich
Clelia, tus palabras fotografían un instante, un recuerdo preciso, una nostalgia muy bien descripta. Y el final entre paréntesis resulta muy contundente: "Beber de la fuente en la que beben los poetas". Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarMe encantó. Felicitaciones.
ResponderEliminarMuy dulce tu poema querida Clelia
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