“La muerte es dulce; pero su antesala,
cruel.
CAMILO
JOSÉ CELA
Me niego a reconocer
que la noche envejece
sin retardos y cruel puntualidad.
No deseo verla
con adusto traje
de estrellas deslucidas
ni aceptar que la luna
mesura sus pasos para
no completar ya su ronda.
El cielo,
sumiso se deja devorar
por nubarrones de
mentirosas alternativas ante
la mendicidad resignada de la vida.
Y un letargo
de
rumorosa brisa
acopia las gotas del rocío
al que quizá,
no le llegue un nuevo amanecer.
© Adela Margarita
Salas
Me encantó leerlo!
ResponderEliminarGracias!
ResponderEliminarUn abrazo, Adela.
ResponderEliminarTriste y real. Muy bueno.
Claudia