Volvió el invierno,
vuelve cuando quiere,
agosto se abraza al viento
y me ato los dedos para no ser yo
quien rompa el silencio.
Anuncian cortes de ruta,
cortan la luz sin anunciarlo,
el monte serrano arde con la sequía
y algunas otras cosas
si no las cuidamos -te dije-
también se secan sin arder.
Me tiento con mis alumnos
y reímos a carcajadas:
reírse juntos vale cuatro lecciones
bien aprendidas.
Anochece rápido,
siguen matando niños
en la franja de Gaza,
me voy a comprar un libro de Juarroz.
Aquí el día se escurre con aplastante
normalidad
mientras escribo palabras inútiles
tal vez tratando de salvarme
de algún incendio.
© Stella Marys
Darraidou
Muy bueno amiga. Me gusta tu desparpajo. Griselda Rulfo
ResponderEliminarStella, querida, qué poema habitable!!!
ResponderEliminarAndre!
Maravilla de poema, Darrita! Abrazo.
ResponderEliminarLa poeta viendo y sintiendo los mundos interiores y no olvidándose del dolor allí afuera... como debe ser... gracias
ResponderEliminarGracias Griselda, Andrea, Fabiana y Jorge por sus comentarios amorosos, a todos por leer y a Gustavo por tu generosidad. abrazos.
ResponderEliminarStella Marys