Anda la muerte
su mano grande
anda.
Duele el dolor
y sus dos voces
dos veces.
Los de corazón bueno
discretamente
sin alharacas
humedecen el mundo
con su jornada
su rocío puntual
su llovizna.
Trapito terco
que ondea
late
y cuida
una luz mínima
que tiembla.
Sostienen el poema
por estos días
el poema que
por estos días
apenas si se sostiene.
© Jorge L. Carranza
El poema, una forma posible de resistencia ante el dolor, el olvido, la muerte. Hermoso, Jorge. Abrazo
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