La raya muerta
a Raúl Mileo
En su ademán inmóvil suspendida,
aparición en el alud de espuma,
esperando ya no,
desesperada,
la raya muerta.
Encadenada a su espejo de arena
como los astros a su elipse, quieta,
cielo de bocas entreabiertas,
la raya muerta.
Muerta sin fin, sin alas, ciega.
Pájaro de tierra.
El mar la cubre y la descubre. Juega
con esa niña sin muñecas.
Para la luz del sol.
Para una catedral de luz desierta.
Para la vida sin la vida. Huella.
Vuelo de hondura de la raya muerta.
Raya no de diálogo.
De fin.
Página suelta.
Rumor de mar.
Amores en América
desaparecen de su puerta.
Brilla el frío solar y apaga el cielo.
Abre los ojos la raya muerta.
No raya de pasión.
No de quimera.
Ni de alegría ni de esperma.
Virtud del agua que en el agua queda.
A su salud postrera,
el ojo del crepúsculo se incendia.
Raya sin alas.
Pájaro de guerra.
Murió de un pescador que vive en pena.
En el fondo del mar
la vida
late.
Pero es del aire lo que vuela.
© Eduardo Mileo
Bravo!! Felicitaciones!
ResponderEliminarFelicitaciones! Excelencia de poema!!
ResponderEliminarinteresante
ResponderEliminarTremendo, Eduardo!
ResponderEliminarBesosss
Muy buenas imágenes Eduardo, me encantó Esther Pagano
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