PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE
Crecen el desasosiego, las cicatrices,
las cuentas, el cabello,
como crece el silencio adentro,
y disminuye el hombre
a fría ecuación bajo tierra,
y el poeta a una fracción
de materia que se disuelve.
Me desconcierta pensar en la ceniza,
cuando alcance en el viento
un vuelo semejante al de la golondrina
o el
cuervo,
y pensar que sean las cenizas de mis huesos
las que graznen ese desconcierto.
Es posible que me aferre al insomnio
para que no blanquee mis ojos
la sobredosis del sueño,
como también es posible
que Dios exista como incertidumbre.
© Darío Oliva
¡Muy bello y fuerte, gracias! María Cristina Di Lernia
ResponderEliminarPoema altamente filosófico, desde su título hasta su remate: muy bien logrado, crea atmósfera e interpela. Gracias! Alfredo Lemon
ResponderEliminarExcelente. Solo discrepo en que el poeta sobrevive a toda incertidumbre. Está a la vista en este poema...
ResponderEliminarHermoso, Darío!
ResponderEliminar"Disminuye el hombre / a fría ecuación bajo tierra..." Para pensar, me encanta tu poesía, Darío, gracias!!!
ResponderEliminarBello y reflexivo, Darío! Gracias Jime Cano
ResponderEliminarme impactó lo precioso y categórico del estilo, su profundidad y su final increíble! susana zazzetti.
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