Con las venas abiertas al milagro
regreso al jazmín y lo denuncio
por su efímero canto de belleza.
Y le digo
que hay una niña muerta
entre sus hojas,
que alguna vez jugó
con los diamantes del cielo
y el fugaz paseo de las mariposas.
La juventud herida de muerte
me baño las cansadas rodillas.
Perdí el sol,
entonces como un pájaro extraviado
anochecí.
© Beatriz Arias
Denunciar al jazmín por su efímero canto de belleza: qué fina precisión de poeta. Gracias, Beatriz. Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarHermoso Beatriz! "Denuncio al jazmín"
ResponderEliminargracias
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