Poema de Sandra Escobar Ginés
Una magadalena no siempre tiene corazón de
dulce de leche
A veces las hadas tienen anteojos negros
y unos piercings extraños
y los brazos tatuados
Algunas criaturas se dicen a sí mismas
freaks
pero sólo son raras avis
caracteres imprevistos
trazos coloridos
haces de luz
voces que calman
Así te asomaste a mis párpados resecos de
tristeza
Como sin querer
Y te pusiste tus remeras de sol y estrellas
y te colgaste del balcón que no quiero que
te miren las otras
y me despertaste del sueño de Dante
Ahora no quiero que te vayas
a bailar por la rambla
ni a ese parque tan bello
tampoco que pasees tus convers
por su noche
Quedate un poco más
Dejame creer que las hadas pueden
enhebrarse en el alma
para embebernos del polvo
de su magia.
© Sandra Escobar Ginés
Etiquetas: Sandra Escobar Ginés
2 comentarios:
Bella manera de clamar por lo que nos gusta y nos hace bien. Un abrazo Graciela barbero
Bello poema, Sandra!
Besosss
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