Poema de Eduardo Espósito
los últimos días de Olga Orozco
La muerte nos lleva hasta las células de
otro.
Todos vivimos de la donación no consentida
de órganos.
Cuqui
Desde el nido de la cascabel
llegó la primera mordida
los hombres cesaron
en los brazos de sus madres
y el veneno fue noticia
el garabato oscuro de la vanidad
les trabajó los rostros
les hizo públicos los ojos
para que la ceguera fuese el
pan cotidiano
la lengua aquel
alud desesperado de la espiga
Hubo tatuajes en la piel de los mecenas
hubo aquelarres
y tratantes de poetas
bizantinas veladas donde la agonía
fue disputada a los cantores
y la reina murió con la escritura puesta
Sólo un gentío ralo
macerado en su propio tedio
asoma hoy a los veranos de tertulia
para advertirnos de un presente
sin Orozcos
ese jardín secreto y desfoliado
en donde Cuqui afila sus tijeras.
© Eduardo Espósito
Etiquetas: Eduardo Espósito
7 comentarios:
" la reina murió con la escritura puesta" y asi debió ser, eduardo, por su grandeza. bello poema. susana zazzetti
Hermoso homenaje, abrazo,
Catalina Boccardo
Magnífico poema homenaje Eduardo. "y la reina murió con la escritura puesta", muy sugerente. Hace pocos días leí que en Toay (La Pampa) se la recordó al haberse cumplido 100 años de su nacimiento. Alfredo Lemon desde Córdoba
Excelente, Eduardo!!
Abrazos
Elisabet
"Alud de espigas" , "presente sin Orozcos" : le pedimos un talismán, una piedrita a Olga para que la poesía diga y nos emocione, como ésta, por ejemplo.
Verónica M Capellino
Hermoso homenaje a Olga Orozco en el centenario de su nacimiento.
Un Señor Poema. Gracias, Eduardo Espósito.
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