Trampa para ratones
Para ir del punto a al punto b
hay que trazar una línea imaginaria
y usted puede inventarse atajos de ratón
morder los tabiques
o quedarse en la ruedita
tenerse lástima
porque después de todo
se llama movimiento
eso de correr en el mismo sitio sin
avanzar.
Vamos rebotando en los pasillos
contra el espejismo de los vecindarios.
La puerta es para los cerrajeros.
El poema es la salida.
© Claudia Tejeda
Está lindo! El poema salva de las fauces del encierro. Abrazos!
ResponderEliminarMarta
sí, querida. lo decís perfecto: el poema es la salida. me encantó, poeta! susana zazzetti
ResponderEliminarNo hay cerrojos para la libertad de tu palabra poética certera y con imaginación! Bravo Claudia! Abrazo grande Alfredo Lemon
ResponderEliminarLa palabra todo lo puede amiga. Aún entre rejas. Hermoshoooooooooo. Griselda Rulfo
ResponderEliminarGEnial final!!! El poema es la salida!!!
ResponderEliminarAbrazo. Tere Vaccaro.
Claro, Claudia, así es: el poema es la salida, la única, la que no traiciona. Gracias por este bello poema.
ResponderEliminarAna María Oddo
extraordinario poema
ResponderEliminarGenial mi querida Claudia, así es, un poema con tanta frescura y tanta profundidad a la vez.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Juany Rojas