REALIDAD
El olvido es el pecado.
Todas las vidas apagan sus dolores
en los vientres inflexibles.
Quieren presumir sus carencias
y sus culpas.
Dejarse llevar por el viento
deambulando en la llovizna.
Ser otros en la noche aislada:
acordes de una melodía sin instrumentos.
Acariciar los recuerdos bondadosos.
Y todo lo demás, lo real,
que subsista en los fantasmas sin mañanas.
© Aníbal Costilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario