Invisibles
Un trapecio invisible sobre los árboles
en callejones oscuros
sobre el reflejo del semáforo en los
charcos.
Un péndulo silencioso donde ansían
hamacarse
los grises señores de la noche
los que habitan portales donde ya nadie
entra
estaciones de trenes, galerías vacías.
Una frazada sucia, un perro compañero
no cotizan en la pizarra de la Bolsa.
Un trapecio de hielo para los olvidados
que intentarán en sueños saltar hacia el
regreso
pero sólo en el aire sabrán que era mentira
los transeúntes del día no abrirán las
redes
como nunca pudieron abrirles la mirada
que los nombre, les traiga de vuelta
una ternura ajena, perdida para algunos.
Seres como manchas, hombres como sombras
Invisibles olvidos del cemento.
© Cristina Ramb
Excelente poema querida Cris, potente! Siempre tu atenta mirada social para ver un más allá de lo cotidiano circundante. Celebración y salud a tu Bendita Sed!. Alfredo Lemon
ResponderEliminarConmovedor tu poema , un reflejo de la
ResponderEliminarrealidad. Abrazos