Noche de invierno
El crepúsculo es luz
de palabras idas.
Un perfume a distancia
corroe los sentidos,
la niña
se sienta sobre su propia pena.
El patio rezuma terrores
de oscuras videncias
y el amor se recluye, tímido
entre dos sombras.
El invierno entona
canciones de adiós
y seres anónimos se abrazan.
La tierra se ablanda
con una tristeza dulce.
Hay algo de campo dormido
en esta ciudad insomne
mientras almas pretéritas
juegan a las escondidas
con los ángeles.
con los ángeles.
© Beatriz Minichillo
Bellísimo juego de luces y sentimientos. Me encantó estar un ratito en tu ciudad...
ResponderEliminarGracias Mariel
Eliminar- Y el amor se recluye, tímido -
ResponderEliminarla niña se sienta sobre su propia pena...
ResponderEliminarme encanta la imagen poética que a su vez es soporte y fundamento de todo el desarrollo del poema.un abrazo Beatriz
Marizel Estonllo
Gracias, Marizel
EliminarGracias Marizel
ResponderEliminarBello poema: niña sentada en su pena: atmósfera fantasmal, lirismo delicado.
ResponderEliminarVerónica M. Capellino