Tu me quieres blanca
Tú me quieres blanca
Tú me quieres alba,
me quieres de espumas,
me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada .
Ni un rayo de luna
filtrado me haya.
Ni una margarita
se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
tú me quieres blanca,
tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
las copas a mano,
de frutos y mieles
los labios morados.
Tú que en el banquete
cubierto de pámpanos
dejaste las carnes
festejando a Baco.
Tú que en los jardines
negros del Engaño
vestido de rojo
corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
conservas intacto
no sé todavía
por cuáles milagros,
me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
vete a la montaña;
límpiate la boca;
vive en las cabañas;
toca con las manos
la tierra mojada;
alimenta el cuerpo
con raíz amarga;
bebe de las rocas;
duerme sobre escarcha;
renueva tejidos
con salitre y agua:
Habla con los pájaros
y lévate al alba.
Y cuando las carnes
te sean tornadas,
y cuando hayas puesto
en ellas el alma
que por las alcobas
se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.
© Alfonsina Storni
TU ROSTRO EN MIS OJOS
Dibujan mis ojos tu rostro
en la última luz de la tarde.
Voy con los pies descalzos
sangrando esquirlas de congoja.
Oigo un murmullo de duda
desde el pedregal del río,
añoro la caricia de los sauces
vastedad de tus manos puras.
Humedece el jazmín de mis versos
sin poder encontrar tu huella.
Un tristísimo presagio espanta
y estremece mis latidos.
Solaz de mi vida
en tu arbolar acúname ,
que soy hoja a la deriva
anhelando tu sosiego
y torna pronto
a la ribera de mi espalda
que está tiritando ausencia.
© Xenia Mora Rucabado
No es de ahora el feminismo.
ResponderEliminarNo, por cierto: a mi en la escuela publica de Bouquet, a los 7 años, mi maestra nso recitaba este poema Y soy feminista desde 1959. Encuentro también que es perfecto en sentido, estructura y ritmo el poema de la querida Storni.Gracias por traerlo.
ResponderEliminarQué bueno recordar nuevamente a Alfonsina, verdadera precursora que con su exquisita poesía (de ribetes modernistas y neorrománticos)asumió en palabra y vida el compromiso de su tiempo. Alicia Genovese expresó sintetizando: "No seríamos las mismas sin Alfonsina detrás". Y "Tu rostro en mis ojos", Xenia, deleita y tiene un latir sutil que conmueve. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarLa palabra de Alfonsina, perfecta y melódica. Tu poesía de una belleza arrebatadora.
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