La
joven copera recordaba que dentro de cuatro paredes le fue dado vivir todo:
"sufrí, soñé, amé, odié..." Era bella, y esa teoría de conocer el
mundo por la aldea le sumaba atractivo. A su lado yo, semiebrio, conciso, con
la idea fija de pactar el gozo en otra habitación. Yo y mis ansias por
desconocerlo todo.
© José Emilio Tallarico
Rengueando
Amanecí ardua
(escasa por el insomnio)
rengueando de la equidad
(mis patitas
del medio).
© Rolando Revagliatti
Dos notables poemas representativos del extrañado José Emilio Tallarico y del querido Rolando Revagliatti. Cada palabra vale y mucho en estos versos.
ResponderEliminarUn cordial abrazo.
Mariano Shifman
Bellos... y sugerentes.
ResponderEliminarGracias por traer al querido y admirado José Emilio!
ResponderEliminarBello poema "Rengueando".
norma starke
José queridísimo.
ResponderEliminarBreves y tan buenos.Excelentes poetas.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
Dos poemas que son universos. Gracias por Tallarico y lo tuyo, Rolando. Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarTu homenaje y tu voz!
ResponderEliminarDos grandes!!
Besosss
José Emilio Tallarico, desde el recuerdo, nos brinda un texto poético que causaría la envidia de Charles Bukowski... y vos, querido Rolando... esa brevedad, ese estilo único, esa ironía que siempre aparece en el momento y lugar menos pensado.
ResponderEliminarMuchas gracias a quienes han dejado acá sus comentarios y esa buena onda. Gran saludo para ustedes en este Día del Amigo.
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