Epílogo a
un sueño soñado en vigilia
De donde yo
vengo
no traigo
sino
cantares
cantares
con sabor a
yerba mate
y olor de
agua turbia
Canto
canto en el
interior
azul
del
instante
que cae
una hoja
recién
desprendida
del otoño
Una bandada
de aves
eternamente
en fuga
es el lugar
de donde
vengo a encontrarme
conmigo mismo
©
Juan Rodríguez-Meras
Destejer
equivoca
el curso
del tiempo,
enturbia
el agua.
Un nombre
pretérito
moldea el
contorno de tu rostro.
La
epidermis de los días
no se
resquebraja fácilmente.
Al final,
transaremos
con lo desconocido
como ilusos
viajeros
piaremos
si es que
el hambre no deja un hueco en la memoria.
Nuestra
frente será dichosa.
¡Ya
trina
el cielo!
© Paura Rodríguez Leytón
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