MANERAS DE LUCHAR
Que no me digan
que escriben simplemente,
que dicen el poema
sin pensarlo siquiera.
Que él nace porque sí.
Es un arduo trabajo,
un oficio de herreros,
un hacer proletario.
Un cansancio que continuará mañana.
Que no me digan
que se hacen poemas sin sudores,
sin una larga y violenta jornada de
trabajo.
Tengo las manos como las de un labriego,
duras, gastadas, llenas de poemas.
© Rubén Vela
EL ENEMIGO INVISIBLE
Dedicado a mi hija Patricia
y a mis nietos
María Mercedes
y Luis Andrés Del Mas
Con la poca vida que me resta
intento dejar un mensaje
de tono universal y humano
acorde con realidades y normativas nuevas.
Ayer vi la estampa presencial del Papa
ante un Vaticano vacío
y en una pared la simbólica “corona” de
espinas
ceñida en la frente de Cristo.
Devaluada esta palabra mía
pero firme, creíble, concreta
siempre en actitud conciliadora, digo
que la batalla contra el virus es ardua
se
oculta entre pliegues
de cánones herméticos
mientras su veneno expande
en el planeta.
El nombre popular “coronavirus” guarda su
propia historia
la del ente mutable del origen
hasta el grito pidiendo auxilio
a la tecnología y las ciencias del sistema.
“Cuando la tormenta pase”
-del poema “Esperanza” de Alexis Valdés-
se articula con mi palabra al día.
Cuando la muerte y el dolor cesaran
distintas serán las estrategias, las leyes,
las armas
testigos serán los actores de cuarentenas
requeridas
a través de sus dinámicas.
Cuando la pandemia fuera derrotada
otro será el mundo de los vivos.
Entonces
retornará el abrazo del encuentro
demorado entre valores éticos.
¿Hasta cuándo Señor de los Milagros esta
agonía,
que afecta a la humanidad enferma,
hasta cuándo aguardar otro milagro
que nos invite a celebrar el amor a la
vida.
Hasta cuándo Señor de las Alturas
el poderío ancestral de esta pandemia.
©Marta de París
Escrito en Buenos Aires durante la Cuaresma
2020
Qué bueno homenajear a Rubén Vela, poeta afable, identificado con el grupo Poesía Buenos Aires, (Generación del 50), ex diplomático, al que visité una vez hace muchos años, gracias a gente de La Casa del Teatro, en su casa de Villa Giardino. Dejo unas líneas en su recuerdo:"Algo más que el vino/ para calentar el corazón de un hombre./ Algo más que el poema para vivir". Salud! Y tus versos Marta, referidos al "Enemigo invisible" que ahora nos amenaza, lo leo como un rezo laico, una apuesta esperanzada a que pase este tiempo de zozobra existencial planetaria aguardando otro milagro "que nos invite a celebrar el amor a la vida". El Altísimo nos ampare y proteja. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarSiempre quedará en la memoria este emblemático poema de nuestro inolvidable Rubén Vela. Movilizante arte poética.
ResponderEliminarGracias, por traerlo.
Marta querida en efecto, como deseas, has logrado trasmitir en tu poema, un mensaje universal y humano.Tu estado de gracia está en cada verso. Entonces tu ser poeta, tu ser humano,tu aflicción tu ruego,se unen a todos nosotros. "Cuando la tormenta pase", quizá sean coronados los valores humanos...Gracias por este gran sentimiento hecho poema
María Paula Mones Ruiz
Querida Marta: el poema Maneras de luchar de Rubén Vela que elegiste es magnífico para mí.
ResponderEliminarTal vez pueda ser un himno para los poetas.
Y tu poema "tan vigente" con ese final, que me hago la misma pregunta.
Cariños.
Tere Vaccaro.
Magnífico poema de Rubén Vela , arte poética que nos interpela. Me uni Marta a tu oración hecha versos. Un gran cariño. Besoooo
ResponderEliminarNUESTRA AMADA MARTA DE PARÍS homenajea a nuestro inolvidable RUBÉN VELA, con su Maneras de luchar. Y con este poema que Marta ha escrito ,con tanta agudeza, sentimiento, verdad y belleza en estos tiempos de pandemia.
ResponderEliminarEn ambos... hay resiliencia, en ambos hay encuentro en las Maneras de luchar. Gracias Marta. Gracias Rubén.
Cecilia Glanzmann
ResponderEliminarFelicitaciones querida Marta por ambos poemas , en tu caso la creación , el compromiso igual que Rubén (Vela ) tal vez uno de los primeros poemas sobre nuestra América ( dolores, luchas ) gracias