CANTORA
NOCTURNA
Joe,
mascht die Musik von damals nacht...
La que
murió de su vestido azul está cantando. Canta imbuida de muerte
al sol de
su ebriedad. Adentro de su canción hay un vestido azul, hay un
caballo blanco,
hay un corazón verde tatuado con los ecos de los latidos
de su
corazón muerto.
Expuesta a
todas las perdiciones, ella canta junto a una niña extraviada
que es
ella: su amuleto de la buena suerte.
Y a pesar
de la niebla verde en los labios y del frío gris en los ojos, su voz
corroe la
distancia que se abre entre la sed y la mano que busca el vaso.
Ella canta.
A Olga Orozco
© Alejandra Pizarnik
(1936/1972)
JARDINES ILÍCITOS
La niña de la cuerda atada a las manos
vuela
son sus alas
y el pájaro baila
La anciana moribunda en la camilla
ardiente
acaricia el rostro del que vino a salvarla
Así
la muerte llega trayendo su imagen de
beso absoluto
Y calla
Y canta.
Las ascensores oscilan con sus cargamentos
de cenizas
Pájaros de metal llevando pájaros adentro
Del basural que sube y baja nace un nuevo
amanecer
en el confín del cual se reúnen con lo
incierto
El crepitar de las plumas
al deslizarse en el vientre
en las propias arenas del silencio
causa un esplendor de música alucinante.
Danzan ahora en el alba de esta noche
Todos los liliputienses
las obscenas sin senos
los violadores de tréboles de cuatro bocas
Baila allí la mendiga con su guante de oro
y hasta los objetos danzan
arrullados por su propio abandono
pero
en el centro de ese negro humo
tamizado por una luz fosforecente
que uno llama coleóptero del demonio
nace la historia de amor casi imposible
por que surge
en la entrega de todos los opuestos
de cada uno de los antiguos impares
mientras nos vamos lentos
junto a la multitud
a ese tiempo perfecto
diluído en las joyas del oscuro porvenir
Detrás del biombo absorta
al fin yace en sus aguas
la locura vencedora y lúcida de tus ojos
intactos
Y
otra vez
como entonces
danzan y saltan todas las sombras con sus
luces
Lo inmóvil puede al fin descansar
A modo de contemplación
© Fernando Noy
Alejandra, Alejandra...Su escritura poética la lleva a un intento de encontrarse con la palabra que sana, como una música o un canto equivalente al agua de una purificación, posibilidad de ir hacia ella como quien tiene una inmensa sed de absolutos.
ResponderEliminarY los "Jardines ilícitos" de Noy, alta poesía en su forma y contenido, un conjunto potente de imágenes y pensamientos que se suceden y disparan a múltiples sugerencias, tonos cotidianos, cósmicos, pintados en un ritmo vibrante y sostenido. Bravo! Y además con un final implacable, magnífico: "Lo inmóvil puede al fin descansar / A modo de contemplación". Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
Que grandes poetas ambos, Pizarnik oracular, Noy tan preciso y ecléctico.
ResponderEliminarQué grandes poetas ambos. Gracias Gustavo por este espacio!
ResponderEliminarTan profundamente lírica la poesía de Pizarnik, tan profundamente dolorosa en su belleza...Y llena de imágenes originales y sugerentes la de Noy, un hallazgo los "violadores de tréboles de cuatro hojas".
ResponderEliminarSigo encantado con Pizarnik, gracias por haberla elegido.
ResponderEliminarY contundente tu poema, Fernando, pleno de imágenes, cargado de sugerencias, con un final hipnótico. Felicitaciones!
Juan C. Rodriguez