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17/6/20

Darío Oliva recuerda a Silvina Avalle





A Villa Mosquito 

Penumbras con velos de encaje
perfilan un nuevo lenguaje
bajo tu lengua de villa grela;
quietas horas preceden al amanecer,
y cubren tu inmensa fronda.

Hasta los bichitos andan despacio
bajo los párpados de tus ventanas
(¿qué se dirán las luciérnagas
entre el sombrío arqueo
                           de esas pestañas?)

Entré al silencio de tu silencio,
soñé tus sueños,
y como otra pared
reflejé la luna en un grafiti
con su luz insomne.

Voy a volver mañana
para silbar o maullar en tu puerta
otras preguntas.
Dejá que tus flores me abran… 

© Silvina Avalle
(1922-2018)




DESMADRADO

Hago tiempo
en perder tiempo,
humeante mi cerebro
como una locomotora
fuera de viento.

Mis ojos grises
ya no contemplan
el amarillo familiar
de los girasoles.

Alguien me reprocha
el uso de "desmadre"
en una caída de oxígeno
sobre la página en blanco.
Le respondo que es
deshijarse del pasado
que atenaza mis voces
huérfanas de madre
como si fuera un fósforo
que apaga entre mis dedos
el inestable abandono
de los cobardes.

Hago tiempo
en despintarme
frente al espejo
para que la sobria turbiedad
de su silencio
no me refleje
más ni menos viejo
que una pulga
sobre el pelaje negro
de mi perra.
Digo despintarme
como quien usa el palimpsesto
para rascarse el romance
de noches solitarias
sobre la cama
en cómoda compañía
de sí mismo.

Hago tiempo
mientras espero
la garrafa
y luces nuevas del correo:

garrafa para el frío otoño
con barbijo,
nuevas luces
para mis neuronas
también desmadradas
como la hipnosis
de un poema
astillando mi lengua
y sus ladridos.

© Darío Oliva

5 comentarios:

  1. Muchas gracias Gustavo por tu importantísimo trabajo en la difusión de poesía. Felicitaciones por esta constante semilla que cosechamos como a la luz día tras día. Abrazo enorme.

    Darío Oliva

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  2. Ambos poemas exquisitos, tanto en su estética como en su mensaje. Para quedarse pensando, cuanta veces nos corrigen palabras que no se pueden suplantar por otra, porque esa otra no dice lo mismo.

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    1. Muchas gracias Raquel por tu atenta y generosa lectura.

      Saludos.

      Darío Oliva

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  3. Una belleza tu poema, Dario, para leerlo y releerlo, buscando ese desafío de palabras que se hilvanan atrapando al lector, conjurándolo... y muy buena la elección del poema de Silvina, cargado de dulzura y sabiduría.
    Juan C. Rodríguez

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    1. Muchas gracias Juan por tu delicada apreciación.

      Abrazo enorme.

      Darío Oliva

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