LA PESTE
VITAL
A Carlos Satizábal, su
inspirador
La muerte
vital
El lenguaje
filosófico poetizado,
La
desviación poética filosofada,
En mi
ilusa, en tu caletre,
Mientras la
peste ronda mi casa y la tuya
Sentado en
mi retrete espero que pase.
Ora me
enclaustro de huida en mi chiribitil
Ora me he
quedado encerrado
(involuntariamente)
Sin llaves,
sin teléfono, sin conexión con el resto;
Trato de
forzar la chapa
De abrir a
empellones la puerta
(en vano)
Al final el
ansia de aire libre
Se me ha
impuesto
He roto el
vitral de la ventana
Y he
gritado:
La gente no
ha acudido
(ni la
poli)
Están solas
las calles
He violado
el silencio.
Otro vecino
que ha enloquecido
–dirán mis
vecinos.
Vuelvo al
retrete
El codo en
la pierna
El cuenco
de la mano sosteniéndome,
Soy el que
piensa que va a morir
Y se rebela (solemnemente)
Soy el que
siente los pasos
De los que
van muriendo
¡Y nos
revela!
¿Soy los
otros?
La poesía filosofada
La
disrupción del que se mira
En los
espejos del tiempo.
Los vecinos
al borde de su propia nada
Al limen de
la locura también.
La muerte
vital,
Nos ronda.
© Walter Mondragón
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