Han herido
al poeta en la muerte.
Su marcha
sigue a palabra viva
escribiendo
en la niebla.
Dicen
haber visto
filo más mellado
que pisada
en el desierto.
Sangra la carne
-la carne
del poeta-
que espera
sentencia
goteando el
juicio final.
Dicen
que ha sido
una daga
jurada de
odio
con
intención de matar.
Dicen
que la
injusticia
dejó de
latir
en momento
preciso
en que
epifánico mensaje
iluminó el
acero:
No hay
hombre más fiel
que quien deslumbra su nombre
en nombre del amor.
© Osvaldo Víctor Fernández
" a plabra viva" tu poema y su belleza ! susana zazzetti
ResponderEliminarMuy buen poema.EL poeta herido sigue escribiendo en la niebla, muy interesante.
ResponderEliminarAna Romano
Muy bello!!
ResponderEliminarflora levi
Qué lindo eso de "deslumbra su nombre". Muy bueno. Un abrazo. Adriana Dirbi Maggio
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