Savoir-faire
Artera
lanza que atraviesa auditorios
y se
inserta constantemente
como
refucilo virtuoso,
dentro de
la sortija que pende.
Amateur
diplomacia,
estilo sin
meditación, nada que enfrentar
y
admiración en bandadas
desfoga
como recompensa.
Hay gracias
sin esfuerzos
que yacen
en la tez
y nadie ha
conseguido tomarles relevo.
La
habilidad es su meca
de altura
divina en los procedimientos.
El quid
está en su fluir diamantino,
eclipse
bonito, envoltorio
color
bañándonos.
© María Paula Alzugaray
Todo tu poema me gusta muchísimo. Y que esté la palabra REfucilo me encanta.
ResponderEliminarFluye la palabra en un poema hermoso!
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