AL REVÉS
En cada
hebra,
la
hendidura de un dolor.
Como un
insecto
cambia de
lugar y tiempo.
Y con el
alivio, la ilógica gratitud.
La
reclusión, como siempre. Pero
esta vez
sin sexo.
Un gran
teólogo decía
a dos que
se casaban
que no
penetrasen en bosques de pasiones.
Mas por
sublime que el amor sea,
sin sexo no
hay amor.
(No hay
entusiasmo, ni proyectos,
y somos
menos buenos porque somos
menos
felices).
Que el
insecto erótico aletee siempre,
aunque nos
falte el aire. Y nos falten
equivocadas
convicciones de una lectura mayor
y áurea
escrita por simples hombres.
© Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarBello e inteligente poema, Isabel. Me encantó.
Un abrazo,
Alicia Márquez
excelente poema me impactó.
ResponderEliminarPreciso poema Isabel! Y que..."el insecto erótico aletee siempre..." hasta perder el aire en el último suspiro, que sea un magnífico latido inagotable! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarGracias Isabel, que hermoso ese aleteo erotico.
ResponderEliminarHola Isabel: qué bueno tu poema y qué certeros tus conceptos.
ResponderEliminarMe quedo con los dos versos inciales, tan filosóficos: "En cada hebra, la hendidura de un dolor" porque es así, la perfección no existe, solo habita en el alma de quien la sueña.
Excelente tu poema. ¡¡¡¡Gracias!!!!
Irene Marks
Hermoso y sutil. Griselda Rulfo
ResponderEliminarBuen poema.
ResponderEliminarDestaco los dos primeros versos done el dolor aparece en cada hermana Romano.