CUERPO DEL
POEMA
Todo lo que
soy es en palabras.
Antes fui
fuego, mar, perfume,
manos
inocentes luego sabias,
una boca
que sabía jugar,
ojos
deshojadores,
unos pies
de fetiche,
mi caminar
finito sobre la cuerda floja
que
atravesaba un cielo de tigres y arrebatos,
profesional
de los suspiros,
el frufrú
de los vestidos,
las medias
con dibujos y los tacos,
una madre
en bikini,
una cuna
inarchivable,
carcajada
de arena,
salmón
contra corriente de su llanto,
mis viajes
a horcajadas de canciones,
mi nunca
envejecer.
Vívida vida
devenida en palabras.
En besos de
palabras,
insomnios
de palabras,
trabajo de
palabras.
Ahora,
las
palabras me visten y desvisten,
me zurcen
las preguntas,
me tatúan
arrorróes muy poco convincentes,
me
fotografían,
me llevan
de la mano y de los pies
por el
cauce fatal de los renglones,
me enferman
y me sanan nunca a nuevo,
me despeñan
y me abrazan al fondo de la grieta,
son el ala
delta que me evangeliza,
me preparan
mis platos favoritos,
me inician
en el ósmosis,
me pegan, me
consuelan, me bipolarizan.
Ahora
todo lo que
soy y que no soy
es en
palabras.
Palabras
que aconsejan, que miman,
que
sonríen, que espejan.
Palabras
las miradas,
palabras
mis recodos,
palabras mi
nostalgia de caricias.
Encantadoras
o asesinas palabras enhebradas.
De
indignación, de rezo, de desiluminarme,
de mapa del
tesoro,
de cartas
documento incontestables,
de deseos
que no.
Palabras
esta nota de suicidio en que fracaso
como siempre.
Hasta que
el hilo azul
sea trazo
horizontal
como en el
monitor de los quirófanos.
Y aun así
seré palabras.
Que me
trascenderán.
Me dormirán
por fin entre mis páginas.
Me abrirán
las ventanas de otros pechos.
Me
nombrarán en gestos de palabras.
Todo lo que
soy
y seré en
adelante
es
en palabras.
© Bibi Albert
La palabra que dice y contiene. La palabra continente. Hermoso!
ResponderEliminar¡Excelente, Bibi! En el comienzo fue el Verbo...
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