Preciosa
infancia
Y eran las
moras
las que nos
detenían
a la vuelta
de la escuela.
Pequeños
frutos frágiles,
oscuros,
dulces,
breves,
que nos
atrasaban
en el
camino de regreso.
Era la
oscuridad sabrosa de las moras
lo que nos
demoraba,
eran los
guardapolvos los que nos delataban
siempre
manchados
por las moras
que nos
demoraban
a esa hora
preciosa de la infancia.
© Norma Etcheverry
A esa hora de la infancia, bello poema.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Qué bonito! Gracias, Norma.
ResponderEliminarMarta
Quiero esas moras!Precioso poema.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Precioso poema que ya conocía por tu libro. Un abrazo, querida Norma.
ResponderEliminarEsa infancia fue semilla de tanta hermosa poesía! Gracias, Norma, besoss!!
ResponderEliminar¡Bello, Norma!
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