Un silencio
de abismos
como
ese, que suena antes de la palabra
tartamuda.
Un dolor
como el de
un mundo mirado como ajeno, aun
siendo propio.
Dolor y
silencio
caminan
calles, árboles, pájaros.
¿Has oído
algún pájaro cantar por estos días?
Un dolor,
un silencio
apropiándose
de éste, nuestro mundo,
sometiéndolo.
¡Nos hemos
burlado tantas veces
de las
gargantas tartamudas, de sus palabras ahogándose
en la pena
roja de un silencio!
© Marta Comelli
Leyendo silencios dolorosos como este me consuelo por poder vivir en un remoto espacio no siempre solidario donde los pájaros aun cantan...
ResponderEliminarMe gustó este poema de dolor y silencios.y el verso final es llamativo;las palabras se ahogan en la pena roja de un silencio.
ResponderEliminarAna Romano.
Cuántas veces, se silencia el dolor...
ResponderEliminarBello.