ELLA está
sentada
frente a la
ventana de su pieza de niña
y mira el
jardín
cualquier
jardín de sus ojos
para entrar
en el verde.
No
comprende aún
en su
inocente juego
que alguna
vez tendrá en su mano
la riqueza deslumbrada
y se
abandona a su deleite de sol
a sus
colores.
Está
sentada pero vuela
y el cielo
es un silencio de sus ojos.
El viento
es guarida, porque sopla
y lo que
sopla no deja de vivir.
Cuando se
cansa de tanta compañía
ella
desciende de sus tigres
le da
cuerda al reloj
y mira
lejos
donde no
alcanza la mirada.
© Eduardo Mileo
Poema vibrante. Genial! "El viento es guarida, porque sopla/ y lo que sopla no deja de vivir". Vértigos y sugerencias. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarMe dejó ver por esos ojos. Bellísimo!!
ResponderEliminarFlora levi
Hermoso poema
ResponderEliminarUn poema con mirada de niño,de misteriosa belleza.
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