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22/3/20

Poema de Timoteo Rinaldi



Eran verdes las hojas que caían 

I

Fue tan suave que pareció una sábana la hoja que te cayó en la rodilla. Como si quisiera darte calor.
Dijiste tengo frío apenas la saqué, pero no puse mi mano. A veces soy muy tonto.
Fue solo en el agujero pequeño del centro de la hoja que te vi acercándote.
Primero, verde y celeste: un ojo o un cielo.
Después, verde y rojo: tu boca como un manantial.

Puse mi mano en tu rodilla y ya no vi nada más.


© Timoteo Rinaldi

6 comentarios:

  1. Bienvenido Timoteo a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, un abz, Gus.

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  2. Gracias a difundir y apoyar a las nuevas generaciones de poetas. Saludos desde Florida

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  3. Qué hermosísimo poema de amor, sugerente, unido al florecer de la naturaleza. Lo disfruté mucho
    Irene Marks

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  4. me fascina esta delicadeza que sugiere! susana zazzetti.

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  5. Timoteo: gracias por compartir este poema!!!
    Bienvenido a la poesía!
    Tere Vaccaro.

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  6. Un poemas sutil y bien logrado.
    Abrazo Ana Romano.

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