Sin la
cólera del recuerdo
ni la
nostalgia del olvido
la vida
plena circunda
las
cavidades del alma.
Bebe las
máscaras
de los que
se fueron
y las
cotidianas riberas
de vanas
estaciones.
Convencida
de la luz
y su
contracara,
en el
mediodía de la existencia,
gira entre
los espejos que corean el todo
…y vibra.
Vibra
sentada en el umbral
de la mano
de un ángel gris.
© Mónica Aramendi
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