“Qué fue de
ese poema/que no pude atrapar/el que pasó rengueando/frente a mí/ con las
alitas rotas/
Claribel
Alegría
La mística
de una callejuela
un impermeable empapado
Engranaje
que fluye y la memoria
Trunca
Teje y
desteje
el poema se esfuma entre la niebla
latente no
me deja
inunda
voces piel matices
Callejuela
del bajo
Un bar del
puerto, renovado
Que mis pies
conocen
Me quedo en
el umbral
Atardece en
la calle Reconquista
Soy la
barca de medusa
Que
naufraga
se ausenta el hilo con la luna
que difusa
ahueca
la luz
central
el poema
que pudo ser
se esfuma
con su
paraguas burlón
de lejos
me saluda
y se
escurre
en el asfalto
© María julia Druille
La historia del poeta, al que se le escapa entre las manos su poema, pero al fin la hoja lo atrapa y lo transforma en esta belleza!!!
ResponderEliminarGracias Mercedes. Hermoso comentario.
ResponderEliminar¡Hermoso poema, Maju!Pleno de sugerencias.
ResponderEliminarEl poema cobra vida como un enamorado que se nos escurre de las manos. Nos quedan estos bellos versos. Muy sugerente.
ResponderEliminarPOEMAZO!!! María JUlia!!!!
ResponderEliminarExtraigo y juego con las palabras, en este orden_:
" Se ausenta el hilo con la luna/
Soy la barca de Medusa que naufraga
y se escurre en el asfalto.
Gracias por compartir.
Abrazo. Tere V.
ResponderEliminarBello poema. Nostálgico, lleno de imágenes preciosas, el puerto, con su nostalgia de pañuelos, y el poema, que por suerte no naufraga.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Viva el poema que vive y vibra. Bello. Marta comelli
ResponderEliminarGracias por todos los comentarios. Abrazo
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