Poema de Fiorel Rayen
En la
cabeza del monje zen Thich Nhat Hanh
Francia
Cerca de
los campos Elíseos
mi mente se
puso en blanco,
vi una
lagartija basiliscus
caminar
sobre el agua
y luego
recobré la consciencia.
El satori
es un mensaje
que
proviene de la nada
pero trae
consigo un propósito.
Una semana
después
decidí irme
a México
para
estudiar el hábitat
de estos
réptiles y me instalé
en un
pantano de la selva de Chiapas.
Los
lagartos pisaban el agua
cuando los
peces se ocultaban.
Antes de
llover corrían
creando un
pequeño mar,
partían
hacia una flor
y
retornaban a otra,
si caían,
se aferraban a las ramas
y remaban
hasta la orilla.
Tomé a una
de esas criaturas
entre las
manos y le agradecí
por mostrarme los secretos
de la voluntad.
© Fiorel Rayen
2 comentarios:
Poema magnífico y muy justa la ilustración! Descripción precisa de un momento único cuando la conciencia roza el Todo, el absoluto. Qué bueno poder decirlo con palabras y belleza. Alfredo Lemon desde Córdoba
Excelente texto. Gracias. Un abrazo. Adriana Dirbi Maggio
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