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22/3/20

Poema de Daniel Tomás Quintana



Milagritos

                                Para Diana Vázquez

Es imprescindible,
de vez en cuando, al menos,
treparse al día, encaramarse
en el árbol azul de la mañana
o en la rubia estatura de la siesta,
para divisar la vida,
descubrir milagros
o desenterrar prodigios.

Me refiero a milagros
y prodigios de entrecasa,
sencillos, sin destellos, pequeñitos,
de esos que no ocupan
la portada de los diarios,
ni los titulares de la tele,
de esos que no merecen
cortes de cinta, discursos ni sermones.

Digo, por ejemplo,
un niño vencedor del hambre,
una mujer rescatada de las bestias,
un hombre con la risa entera
o un jazmín en la solapa del soldado.

Estoy hablando, amigos míos,
de mesas con pan y vino rojo
y sopas y pucheros,
de techos sobre las cabezas de la gente,
de chicos que lean en voz alta,
de manantiales de agua pura,
de tierras feraces,
de molinos movidos por el viento
y de un ejército de fuegos cocineros.

Esos son los milagritos,
los pequeños prodigios
que trato de atisbar
de vez en cuando.


© Daniel Tomás Quintana

3 comentarios:

  1. y son los milagritos, dany, los que nos dan esperanza. bello poema. bella dedicatoria.susana zazzetti

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  2. Además del contenido -siemprebello-, tus poemas son bailables. Todo el ritmo, la música y el canto.

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  3. Gracias Daniel:
    Las pequeñas grandes cosas cotidianas!!
    Tere Vaccaro.

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