Giro de
agua.
Pasa una
rama.
Una rama
que flota
en el río.
Trayecto
que solo conoce
al llegar a
destino.
Avanza sin
proyectos.
El río es
su certeza,
que la
mece, la mueve,
la
trasporta y sostiene.
¿Es él el
que trascurre,
o es la
rama que se aleja?
Aquél
frondoso tronco
donde todo
se repite eternamente
se ha ido.
Y en cada
avance, una piedra;
en cada
remolino, un giro.
Ya no es la
misma.
Ha olvidado
sus antiguos retoños
y hojas
frescas.
Hoy se sabe
húmeda y única.
Ya no
piensa siquiera en otras ramas
singulares
y bellas,
marcando
vertiginosos surcos
líquidos y
erráticos,
de hermoso
fluir hacia
el fascinante mar absoluto.
© Cecilia Penna
¡Muuy bueno Ceci!
ResponderEliminarMuchas gracias!
ResponderEliminarCecilia. Sentí el ritmo de tu poema, como el ritmo de la rama, como el ritmo de la vida!!
ResponderEliminarMuy Bello!
Gracias por compartir.
Tere Vaccaro