Boca de río
Ella lava
sus pies en el río que llega al mar.
En la boca
lava sus pies de anoche.
Beauty dice
su sudadera que refleja los primeros rayos del sol.
Sus dos
pequeñas lavan sus almas en bombachita.
Ese río que
los Kogi recuperaron para su tradición.
Bañan su
orgullo antes de ir a estudiar.
Un perro
negro es un nido de mosquitos y garrapatas / encuentra descanso a mi lado /
Mira mi horizonte en posición de loto.
Ese mar
alimentado por el río de Beauty y sus niñas.
Esa agua
dulce y salada remansa mi fiera mientras El Capitán navega río arriba buscando
la pesca del día.
En todos
lados el verde. Matorral de palmas que como girasoles chupan el sol y como
estatuas de vida ancladas a esa tierra sagrada les dan su techo a pelícanos
pescadores.
En el fondo
está lo verdaderamente importante.
Brilla la
sierra / los múltiples colores de la cordillera llegan al mar para perderse en
horizontes de emoción.
Mi boca se
seca de lo mojado que está este río que es mar / este mar que es tan cielo /
este cielo que enverdece la sierra / esta sierra que moja mis labios y no me
deja volver.
Quizás lo
único importante no esté dicho / Hay que verlo.
© Diego Bennett
Hermoso Diego!
ResponderEliminarFlora L.
ResponderEliminarEste poema siempre me encantó.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Hay que verlo y vos lo ves!
ResponderEliminarBesossss
"...esa agua dulce y salada remansa mi fiera", qué imagen maravillosa
ResponderEliminarPerfecto, hace nadar en la existencia ajena.
ResponderEliminarBravo!!
ResponderEliminarY ESOS perros nos pasan las pulgas para que el poema nos pique, muy bueno.Saludos.
ResponderEliminarAnahí Duzevich Bezoz
Bravo!
ResponderEliminarAnahí Duzevich Bezoz
Muy Bueno! Con imágenes que es imposible no ver.
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