Al enterarme del fallecimiento de Silvia me dio mucha tristeza. Una gran poeta, gran persona y en lo personal una amiga. Un breve homenaje les dejo, como dejo mis condolencias a Fernando Sanchez Zinny y a sus seres queridos. Abz, Gus.
SONATA DE AGOSTO
Yo no amo,
consiento,
comparto el pan callado,
acompaño el silencio
con los pequeños gestos
que tejen en el aire
una orilla y un puerto,
un hombro y un abrazo sin excusas.
¿Pero, no es esto Amor
a pesar de la ausencia
de toda ceremonia?
No será una fanfarria
el amor que profeso.
Será una mano en alto,
despedida y congoja,
alguna tarde plena
en el Parque Lezama,
una palabra entonces
apenas susurrada
que alzó vuelo en la noche
de oscuras soledades.
Tal vez no sea Amor,
sólo recuerdo.
© Silvia Long-Ohni
ELEGÍA
Era verano entonces
y en piadoso ademán
acaso florecía el agapanto,
pero tus ojos, madre,
yacentes en un pozo de penuria,
eran sólo un rumor,
un río seco,
cuencos de oscuridad y de agonía
en los lerdos instantes con que el tiempo
iba cargando muerte sobre muerte.
Tiritaba tu sangre deseosa de la vida
y había que partir porque era invierno
en tu antigua mirada, en tu clepsidra
aunque el sol arreciara sobre los verdes brotes
tan bien amanecidos, tan eternos
como el viento, la lluvia y las arenas.
No querías partir,
y no mientras la vida temblorosa
levantara frutales con voluntad de acero,
cargara sus ramajes de sagrados verdores
y aun cuando el otoño prometiera
el limo amarillento y la hojarasca.
No querías partir
pero la vida, madre, es forastera
cuando se lleva a cuestas
la frágil osamenta de lo humano.
No querías partir.
Yo he surcado contigo las aguas de la Estigia
y aunque enero amanece con su cauce de soles
y vuelven a ver la luz los agapantos
así de indiferentes
será tan sólo un eco de cosas que han ardido.
© Silvia Long-Ohni
VAMOS SOBRE EL SILENCIO
Vamos sobre el silencio, hermano.
Las hojas ya no crujen debajo de tus pies
y el río sigue inválido esperando del otro lado de la vía
como si nuestro juego no hubiera terminado.
Ya ves,
la sombra de mi sombra, nuestras sombras
que querían crecer inútilmente
recostadas en este breve tiempo
contra ese pino azul y los naranjos
como si el sueño de ser grandes
fuera tan imposible como perder la infancia
y perder el camino que nos llevaba al río
y el mismo río que ya se ha devorado
ese asombro tan nuestro, nuestro insomnio.
Como un perro perdido busco el rastro
para volver a casa
y encontrarte.
© Silvia Long-Ohni
Long-Ohni nació, vive y morirá en Buenos Aires. Su existencia ha sido la actividad literaria. Licenciada en Historia de las Artes (UBA), antes estudió medicina y música. Ejerció la docencia y vivió la militancia política. Compone música. Rastros suyos se hallan en revistas y traducciones, en premios numerosos y en la colaboración cercana con grandes escritores, antecedentes que se opacan ante su condición esencial de poeta, una de las más notables de la Argentina reciente. Su obra édita –porción pequeña de la que circula en el medio virtual– se encuentra en el poemario Acerca, de 2005 (con versiones en cinco idiomas), y en la antología Pura luz contra la noche, del año siguiente, entre otras. No menos poeta es en su prosa, llena de transparencia y símbolos, expuesta en la novela El árbol de las flores amarillas (2002), traducida al portugués y al italiano y teatralizada en Italia y Portugal, y en el sugerente Zwerg, aparecido cuatro años más tarde. Seis libros más se encuentran prontos a editar: Faro, Incohemas, Patrióticas y Tangardías, Tan callando, Las más noches, Hai y Antifonario del Grial.
Hermosa ella y su poesía GRACIAS Gus
ResponderEliminarMaravillosa poeta, maravillosa mujer, muchas gracias por este recuerdo, Gus.
ResponderEliminarCalan hondo sus poemas bellos, conmovedores! Gracias, Gustavo.
ResponderEliminarEstela Porta.
Gracias, Gus ,acompaño tu sentir. Y este regocijo de volver a leerla.Impecable selección.
ResponderEliminarPena. Hermosos sus poemas, gracias por traerlos, Gus! Mis condolencias a sus familiares y amigos!
ResponderEliminarMucha tristeza, ella la poeta la amiga, siempre será recordada.
ResponderEliminarSiempre te recordaremos con tu poesia, con tu manera de ser tan especial, vi va y latente
ResponderEliminarElla no está!...pero tenemos su obra...así que sigue Viva.!
ResponderEliminarHasta la lectura proxima,Silvia.
Ella se queda en su obra... Y los momentos que compartimos .
ResponderEliminarTe veré en tus escritos Silvia .
Un gran recuerdo para ella
ResponderEliminarGracias por el homenaje, Gus. Elegiste poemas que la representan. Un beso grande. Adriana Dirbi Maggio
ResponderEliminarQuedará por siempre en sus letras. Disfruté leerla, gracias Gus ❤
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarComo muchos colegas, también he tenido el honor de haber conocido a Silvia: una brillante escritora que siempre me alentó. Mi sincero pésame y la certeza de que alguna estrella en el firmamento llevará su nombre. Hasta siempre querida Silvia!!
Ella ha dejado un legado impecable. Siempre será recordada y con alegría. Con gran aporte a la cultura y literatura misma.
ResponderEliminarHasta siempre, Silvia ❤
ResponderEliminarQué grande, cuanta sensibilidad y belleza en sus poemas. Por siempre en la memoria. Gracias Gus por este maravilloso aporte.
ResponderEliminarSilvia, LEO TUSPOEMAS Y LOS ENCUENTRO CADA VEZ MÁS HERMOSOS.gRACIAS POR TUS RECUERDOS DE marechal, por tu carisma en el café de la Sociedad de Escritores de San Martín. La última vez que te vi te dije que eras de las personas que se hccían querer. Una oración y un abrazo a Sanchez Zinny. Para la poesía y los jardines que no se deshojan jamás. Isabel llorca bosco
ResponderEliminarHola! Hermosa poeta! Sabes,donde puedo conseguir el libro el arbol de las flores amarillas.Estoy en jusqueda de él, para leerlo a mis estudiantes.
ResponderEliminarHola deberías comunicarte con el poeta Fernando Sánchez Zinny capaz el sepa.
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