ANTE UNOS
OJOS DESBORDADOS DE ETERNIDAD
Desde la
macabra mansedumbre
de su ojo
estancado en el presente
el primer
saurio
que pisó el
planeta me contempla.
Libre de la
intemperie
hace
milenios
que
arrastra su techumbre.
Presa de sí
misma
desconoce
la libertad
de elegir
guarida.
En su boca
hecha de
erosiones y diluvios
la
eternidad sonríe.
Quizá no
sea una sonrisa.
¿Quién no
vacila
ante los
labios de La Gioconda?
Más aún
ante una tortuga
que ni
siquiera participa
de las
veleidades del arte.
Bajo
anticuado ropaje biológico,
se empecina
en desafiar
las leyes evolutivas.
O ha
alcanzado
una forma
de perfección
que nuestra
soberbia ignora.
© Rafael Roldán Auzqui
Bienvenido Rafael a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, abz, Gus.
ResponderEliminarMe encantó! Gracias por este poema quelónico y bello!
ResponderEliminarBuenvenido!
Besosss
Muchísimas gracias, Gustavo, por difundir mi poesía... Un gran abrazo!!!
ResponderEliminarMuy agradecido, también, a Mónica Angelino, por su entusiasta comentario!!! Saludos cordiales!!!
gracias rafael, tu poema me enseñó esa infinitud que " arrastra su techumbre". susana zazzetti
ResponderEliminarsi son asi las cosas desde su pristina presencia nos recuerdan que tambien nosotros seguimos siendo primitivos.
ResponderEliminar¡Una maravilla tu poema, Rafael! No es fácil adentrarse en nuestra remota historia y expresarlo tan bellamente.
ResponderEliminarAplausos y un gran abrazo de bienvenida.
María Rosa León
Bienvenido Rafael, muy buen poema, con buenas imágenes.
ResponderEliminarAbrazo Ana Romano.
Bello poema Rafael.La simple humildad del pasado se desborda en tus palabras y nos muestra nuestra finitud
ResponderEliminarGracias Rafael. Me gusta esta perspectiva de la evolución. Muy buen poema.
ResponderEliminarAbrazo
Claudia
Bienvenido Rafael, buenisimo poema, que surca la imaginación y a la vez ofrece cielos distintos donde volar. ¡Me gustó!
ResponderEliminarCristian Jesús Gentile