INQUILINOS
II
Cuando
intenté
alejarme de
mí
el Uno
Mismo
me
abofeteó.
III
-Acéptate.
Aferra
la certeza
de tu cuerpo
y de tu
alma.
Sé feliz.
(Dijo el
ojo
transparente
del ajado
ojeroso)
-Como si
fuera tan fácil-
respondí.
© Noemí Correa Olivé
Un poema logrado, gracias por compartir.
ResponderEliminarAbrazo Ana Romano.
Muchas Gracias, Ana, un abrazo!!
EliminarBello y profundo Abrazos
ResponderEliminarBello y profundo Abrazos
ResponderEliminara veces sucede ese diálogo íntimo con uno mismo, ese desdoblamiento, Noemí lo expresa maravillosamente, fuerte y conciso, sobre todo bello
ResponderEliminarBessi, muchísimas gracias por tu lectura y tu a,anñe comentario! Abrazos!
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