Una mujer
de madera de tilo
se mueve
hundida en el mar.
Un arrecife
de coral cercano a la costa
golpeó su
costado izquierdo.
Dios mío.
La belleza
puede producir dolores inmensos.
–Mal
augurio –gritaron.
Yo me
asusté y salté del barco.
Vos me
miraste partir desde arriba del palo mayor.
Qué cosa la
inmovilidad.
–Mal
augurio –gritaron otra vez.
Lo último
que recuerdo
es la
dureza feroz de los corales.
© Valeria Pariso
un poema maravilloso, felicitaciones, me encantó, el formato, el tema, bello
ResponderEliminarMe parece muy interesante que la primera parte del poema esté en tercera persona como una instancia de suspenso. El "yo"entra de repente, tal cual una zambullida impensada.El yo frente al "conjunto:" "vos, arriba, palo mayor, inmovilidad". Y el cierre magistral: "la dureza feroz de los corales."
ResponderEliminarMuy buenas imágenes, poema que tiene todas las tonalidades para ser un gran poema
ResponderEliminarPatricia Corrales
Una belleza, Valeria!!
ResponderEliminarJuan C. Rodríguez