Cuando te
corté el pelo Chelita
habías
escuchado del párroco la palabra plegaria
me
preguntaste qué era
es ponerle
alpiste a los canarios
para que
canten te dije
no era un
coiffeur avezado entonces
ya había
arruinado las muñecas de mi hermana
y a los
seis las tijeras
se ajustan
según las pasiones
damos inexorable el otro paso
mandrágora
insolente manipulando mi osadía
como cadena
que te amarra al puerto
frente a la
ventana que dejaba ver
los tomates
maduros
mordí tu
pelo
fuiste de
repente
única soleada
salvaje y
encendida
cuando te
corté el pelo Chelita
la
misericordia nos había abandonado
habías
escuchado del párroco la palabra pecado
me
preguntaste qué era
es como ese
rayo de luz
que nos
asfixia desde el huerto te dije,
como un
hábito
que nos va
enseñando
a
comprender la muerte.
© Fabio Cardarelli
esto es leerte fabio querido, como decís vos: cadena que te amarra al puerto. amo este . poema tanto como el de tu padre. susana zazzetti.
ResponderEliminarFabio: Qué bueno encontrarte en este sitio generoso! Te pude escuhar en el último encuentro de Lago Editora y he leído tu "Truco de espejos". Merecido reconocimiento a tu obra en la provincia de Córdoba! Abrazo afectuoso Alfredo Lemon
ResponderEliminarAlfredo muchas gracias amigo, tu nombre me resulta conocido, lástima que no supe de tu presencia para estrecharte la mano,abrazo enorme
ResponderEliminarComo siempre, los poemas de Fabio Cardarelli, son una muestra de alta y sensible poesía. Gracias y abrazo, Inés Legarreta.
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