ansia de otros cielos me envuelve
y me escondo en las cosas perdidas.
Salvatore Quasimodo
Ojos como
redes, la memoria
en agua
maternal de su pasado.
Un idioma
latiendo va callado
en las
manos o peces de su historia.
La tarde
languidece en su oratoria
con pupilas
de barco abandonado.
El recuerdo
que emerge despiadado
rompiendo
olas truncas con su noria.
El acento
acodado como un niño
en perro
que defiende del ultraje
(tus
orillas lamiendo soledades)
El rostro con
su panes de cariño
durmiéndose
en el mar del equipaje
(la lágrima
en que pescan dos ciudades).
© Damián Katz
El desarraigo.
ResponderEliminarAsí es querida Nerina. Y mi venida desde Rosario tambien tiene q ver con eso. Abrazo poeta conciudadana! DK
ResponderEliminarbella historia, me gusto el soneto
ResponderEliminar